La
hospitalidad y ayuda que recibieron de Franco los centenares de agentes y
criminales nazis refugiados en España convirtió las costas y ciudades españolas
en uno de los territorios más seguros para no caer en las garras de los
aliados. España ha sido durante más de cinco décadas el santuario para los
fósiles del Tercer Reich que recibieron arropo en las costas españolas. La
mayoría de ellos fallecieron en los años '´80 y '´90 aunque no se descarta la
posibilidad que exista algún superviviente de baja graduación refugiado
tratando de evitar un juicio por los crímenes cometidos durante la Shoá.
Aun así
hay que destacar, que existen muchos datos cruzados sobre las fechas de
defunción y lugar de residencia de muchos de estos personajes. Entre los
asesinos ocultos en el litoral encontramos a Martin Borman (foto), asesor
primero y fundamental del Führer. Testigo de su boda en el año 1929 fue el
mismísimo Hitler, convirtiéndose cuatro años más tarde en el secretario
personal de Rudolf Hess y Reichsleiter en el Partido Nazi. Como jefe de la
Cancillería del partido, administraba el “Fondo de Dotación de la Industria
Alemana”, procedente de aportaciones voluntarias realizadas por exitosos
empresarios simpatizantes de Hitler.
Su
antisemitismo lo llevó a firmar los documentos que deportaron a los judíos a
los campos de exterminios en Polonia. En octubre de 1942 firmó un decreto,
donde se expresaba que “la eliminación permanente de los judíos en Alemania no
iba a ser llevada a cabo en los campos especiales del Este”. En las últimas
semanas de la guerra, Borman se encontraba en el Führerbunker en Berlín. Firmó
el testamento político de Hitler y fue testigo del enlace entre el Führer y Eva
Braun, nombrándolo éste “el miembro más leal del partido”. Su muerte quedó poco
clara, ya que algunos afirmaron haber visto el cuerpo de Borman en Berlín el 1º
de mayo de 1945, durante el abandono del bunker. La evidencia presentada en el
Juicio de Nüremberg demostró su implicación en las deportaciones masivas de
holandeses judíos a Auschwitz.
Testigos
afirman que estuvo viviendo en Denia (Alicante) en una urbanización de lujo al
igual que Johannes Bernhardt, al que Franco le obsequió con una villa en
agradecimiento por el gesto llevado a cabo que permitió el encuentro con
Hitler. Así mismo, Bernhardt creó la empresa fantasma Sociedad Hispano-Marroquí
de Transportes en el año 1936 en Tetuán (Marruecos) que era controlada por el
Partido Nazi con el fin de ser utilizada como tapadera del tráfico de armas
para el bando franquista al comienzo de la Guerra Civil española. En 1936,
Bernhardt viaja a Berlín para comunicarle a Hitler la petición de Franco de
ayuda militar para la Guerra Civil que estaba comenzando en España. El Führer
aceptó la solicitud del general español y tras dos días se iniciaron las
relaciones comerciales entre ambos países. El pago de todo el armamento se
haría mediante alimentos, cereales, materias primas incluyendo minerales que
pudiesen satisfacer a Alemania. Para ello, se formalizaron dos sociedades que
harían de fondo jurídico-comercial a la operación. La empresa española se
denominaba Hisma y la alemana Rowak.
Más nazis
en la costa levantina
Otro
ejemplo de refugiado en la costa levantina es Anton Galler, responsable de una
matanza en Italia, afincado en esta localidad con su esposa Elfe. que se
encuentran en la actualidad enterrados en el cementerio de Denia. Nadie sospechó
que aquel jubilado austríaco de carácter afable y educado, que vivía en el
número 45 de la calle Partida Florida, había vestido en su juventud el uniforme
de las SS y dirigido como comandante el batallón que protagonizó durante la
ocupación italiana, en 1944, la masacre en el pueblo de Sant'Anna en la que
murieron 400 civiles, en su mayoría mujeres y niños.
Otro,
Wolfgang Jugler, eligió como residencia una urbanización de Marbella (Málaga),
“Es un monumento a Hitler, todo está empapelado con sus fotos, hay cuadros de
él con enormes marcos de oro”, estas fueron las declaraciones de un agente de
seguros que tuvo que visitar el inmueble para formalizar un seguro.
Paradójicamente, Jugler compró la vivienda a un judío. Fue comandante de la
Compañía Leibstandarte SS, el cuerpo mimado del Führer, falleciendo en octubre
de 2011.
Otto
Skorzeny, ex coronel de las SS, el hombre que en 1943 liberó a Mussolini en el
Gran Sasso, también vivió en Denia antes de residir en Madrid. Nacido en
Austria en una familia de posible ascendencia polaca, simpatiza con el nazismo
y al estallar la Segunda Guerra Mundial en 19´39, se ofrece como piloto a la
Luftwaffe, pero es rechazado por tener 30 años. Como mide 1.90 le proponen para
las Waffen SS dentro de la guardia personal de Hitler. Participó en las
campañas de Francia, Holanda y los Balcanes, para ser posteriormente destinado
a los Servicios de Inteligencia y al entrenamiento de comandos. Hitler lo
selecciona para participar en el rescate de Mussolini, que había sido depuesto
en Italia y encerrado en un lugar desconocido.
Cuando la
derrota alemana era inevitable comenzó a entrenar una red de fuerzas de
resistencia en caso de ocupación, los Werwölfe, pero en vista de que no
disponía de equipo ni hombres suficientes se supone que desvió los efectivos
para organizar la huida de nazis hacia España y Argentina.
Un nombre
fundamental a recordar es el de León Degrelle, general de la Waffen SS y líder
del movimiento nazi en Bélgica durante la Guerra. En su hoja de servicios se le
atribuyen 70 encuentros cuerpo a cuerpos victoriosos. Degrelle se convirtió en
uno de los generales más jóvenes del Tercer Reich. De él diría Hitler: “Si
alguna vez tengo un hijo, me gustaría que fuese como León Degrelle”. Su llegada
a España se produjo en 1945, escapando de la condena a muerte dictada contra él
en Bélgica. El general SS se estrelló con su avioneta en la playa de La Concha
(en San Sebastián), siendo inmediatamente acogido por el Gobierno franquista.
En la época de Franco el mismísimo Blas Piñar reconoció que su Gobierno
protegió explícitamente a Degrelle: “Autoricé la escritura de adopción
-confiesa el líder de Fuerza Nueva- en virtud de la cual pasaba a ser León
Degrelle, hijo adoptivo de una señora andaluza y por consiguiente cambió de
apellidos”. La nueva identidad que el Gobierno franquista obsequió al general
nazi fue la de León José de Rodríguez Reina. Y bajo esta identidad vivió en
Marbella (Málaga) hasta su muerte, que se produjo el 31 de marzo de 1994.
El “Doctor Muerte” se alojó en la Costa Brava
Aribert Heim fue un médico nazi austríaco, también
conocido como “Doctor Muerte” de las Schutzstaffel en el campo de concentración
de Mauthausen Gusen. Se le acusó de crímenes contra la humanidad al haber
utilizado el método de inyecciones directas de compuestos tóxicos en los
corazones de sus víctimas. Se ocultó en los distintos escondites que había
mantenido en la costa mediterránea española. La guarida del monstruo más
duradera, según los investigadores que le siguieron la pista, fue en la Costa
Brava, cerca de Roses, en la urbanización de Empuriabrava, donde una colonia de
jubilados alemanes, muchos con pasado nazi, le podría haber servido como
cobertura. La Policía sospechó en su momento que, al saberse localizado,
abandono la zona de Roses en yate para recalar en el área de Marbella (en
Málaga).
Otro dos refugiados que vivieron durante años en
Benalmádena (también Málaga) como encubridores de Heim, fueron el alemán
Herbert Schaefer, cuyo pasado nazi trascendió después de que uno de los cuadros
de su colección expuesto en la Universidad de Yale fuera reclamado por un
superviviente del Holocausto, y el austríaco Theodor Soucek, que refundó de
forma clandestina el Partido Nazi en Austria y fue condenado a muerte por
ayudar a antiguos SS a huir a España y Latinoamérica en 1948.
Otro jerarca nazi, Frederick Jensen pasó el resto
de sus días en Marbella. Responsable de la muerte de al menos 762 judíos, el
joven oficial fue condecorado por el mismísimo Hitler. Tras finalizada la
guerra, pasó diez años en la cárcel y luego se convirtió en un próspero
industrial en Suecia. En los '´70 se compró, junto a su esposa Karim, un chalé
de 800 metros cuadrados en la Costa del Sol. Gracias a las presiones de la
Interpol, que continuaba buscándolo, en 1994 fue detenido y deportado a los
Estados Unidos, aunque el proceso acabó de nuevo con él en Andalucía.
Fredericke von Freienfels pasó a ser el doctor Luis
Gurruchaga Iturria cuando se refugió en Chipióna (Cádiz). Con documentación
falsa, milagro de la burocracia española, a su alcance en un régimen permisivo,
fueron aparcando de incógnito. La mayoría de los nazis refugiados escogieron
Zahara de los Atunes (en Cádiz); sin embargo, el doctor Gurruchaga escogió
Chipióna. Era un genio de la medicina que curaba a desahuciados y recomponía
miembros afectados. Alcanzo una rápida popularidad entre los lugareños por su
enorme carisma y profesionalidad. Atlético de complexión y fácil sonrisa,
emanaba confianza y cordialidad. Nadie sentía curiosidad por el pasado que Luis
se cuidaba de camuflar cuando era el doctor F. von Freienfels, distinguido
miembro de las S.S., actuando en campos de exterminio como Dachau, Mauthausen o
Auschwitz, donde llevaban a cabo atroces experimentos, sobre todo con
prisioneros judíos y rusos.
Entre sus barbaridades más conocidas se contaba el
gaseado de un tren repleto de judíos con destino a un campo de exterminio. Luis
tenía órdenes de conducir a los prisioneros a su trágico final. Pero él optó
por adelantar el inevitable Holocausto, a sabiendas de lo que les esperaba al
final del trayecto, así que confinó a los condenados en los vagones repletos en
los que ordenó insuflar el gas.
Franco los protegió después de la Guerra
Muchos militares nazis decidieron quedarse en
España, disfrutando de la protección de Franco tras la guerra.
En marzo del año 1997 el diario El País localizaba,
en el Archivo General del Ministerio de Asuntos Exteriores, un informe remitido
en 1945 al Gobierno franquista por los Servicios Secretos aliados, en el que se
adjuntaba una “Lista de repatriación” con los nombres de 104 oficiales nazis
que vivirían ocultos en España. Muchos de esos nombres, como el de Hans
Juretshke, llegaron a ocupar cargos de responsabilidad en instituciones
españolas (en su caso catedrático emérito y director del Departamento Alemán de
la Universidad Complutense). Otros nombres de la lista, como el Dr. Franz
Liesau Zacharias, habrían trabajado para el Reich obteniendo animales para la
experimentación de armas bacteorológicas nazis. De no ser porque falleció en
Madrid a finales de 1992, podríamos haberlo tomado por uno de los SS que
realizó experimentos en los sótanos de la marquesa Ruiz de Lihory. Pero la
lista de nombres publicada por El País está muy incompleta.
Ello es debido a que después de 1945 siguieron asentándose en España muchos jerarcas nazis, que permanecerían durante el resto de sus días en nuestro país.
Ello es debido a que después de 1945 siguieron asentándose en España muchos jerarcas nazis, que permanecerían durante el resto de sus días en nuestro país.
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