El Trump ha puesto en evidencia a la Unión Europea. Ha revelado que el mercado único más grande del mundo es un tigre de papel al que hay que patear, básicamente sin influencia ni fuerza para resistir las demandas estadounidenses. Todas estas negociaciones arancelarias supuestamente feroces y secretas han dado resultados Un acuerdo increíblemente unilateral – realmente una vergüenza sin igual. Como se anunció ayer, la UE promete invertir 600.000 millones de dólares en la economía estadounidense y realizar “compras estratégicas” de petróleo, gas y similares por valor de 750.000 millones de dólares durante los próximos tres años. También prometemos comprar un montón de equipo militar estadounidense. A cambio de darles a los estadounidenses 1,35 billones de dólares, ganamos el privilegio de un arancel base del 15% sobre todas nuestras exportaciones a Estados Unidos y reducimos nuestros propios aranceles a cero. ¡Al menos no es el 30% que Trump amenazó!
La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y Trump anunciaron todo esto en una conferencia de prensa en el resort Trump's Turnberry en Escocia. Allí, Trump habló a partir de notas que había tomado en un trozo de papel anotado que describía una “Oferta de la UE” inédita, como se puede ver en la imagen reflejada cortesía de Welt :
Este es un documento críptico, pero parece que la UE había ofrecido un acuerdo arancelario mutuo del 0% a Estados Unidos, o un acuerdo arancelario recíproco del 10%, y además invertir 500 mil millones de dólares en empresas estadounidenses y 600 mil millones de dólares en “compras de energía” Trump o alguien ha revisado al alza ambas últimas cifras (a 600.000 millones y 750.000 millones de dólares respectivamente) y ha añadido algo que parece “15% en todo [el tablero]” en el margen correcto. Esto confirmaría que la UE quedó en la ruina.
Mientras von der Leyen intentaba débilmente poner una cara feliz a su fracaso total, Trump le dio lo que podríamos llamar un trato más suave hacia Zelensky. Torció el cuchillo en la herida, denunciando la idiotez de la energía eólica de la UE en un extenso soliloquio que seguramente mantendrá despiertos hasta tarde a los verificadores de datos y a los libertinos del régimen durante las próximas semanas. Transcribo sus comentarios íntegramente, porque Todo el momento fue maravilloso:
Y la otra cosa que le digo a Europa es que no permitiremos que se construya un molino de viento en Estados Unidos. Nos están matando. Están matando la belleza de nuestros paisajes, nuestros valles, nuestras hermosas llanuras. Y no me refiero a aviones. Me refiero a las hermosas llanuras, a las hermosas zonas de Estados Unidos. Y miras hacia arriba y ves molinos de viento por todos lados. Es una cosa horrible. Es la forma de energía más cara. No sirve de nada.
Están fabricados en China, casi todos. Cuando empiezan a oxidarse y pudrirse en ocho años, realmente no puedes apagarlos. No puedes enterrarlos. No te dejarán enterrar las hélices, ya sabes, los puntales, porque son un cierto tipo de fibra que no combina bien con la tierra. Eso es lo que dicen. Los ambientalistas dicen que no se pueden enterrar porque la fibra no combina bien con la tierra. En otras palabras, si lo entierras, dañará nuestro suelo.
Todo esto es una estafa. Es muy caro. Y para ser justos, Alemania lo intentó y el viento no funciona. Se necesitan subsidios para la energía eólica y la energía no debería necesitar subsidios. Con energía ganas dinero. No pierdes dinero.
Pero lo más importante es que arruina el paisaje. Mata a los pájaros. Son ruidosos. Ya sabes, tienes un cierto lugar en el área de Massachusetts donde en los últimos 20 años una o dos ballenas llegaron a la costa y en el último corto período de tiempo tuvieron 18, está bien, porque los está volviendo locos, los está volviendo locos. Ahora bien, los molinos de viento no llegarán, no va a suceder en Estados Unidos y es muy caro…
Me encantaría ver, quiero decir, hoy estoy jugando el mejor campo que creo que hay en el mundo, Turnberry, aunque lo tengo, es probablemente el mejor campo del mundo, ¿verdad? Y miro hacia el horizonte y veo nueve molinos de viento. Es como justo al final del 18. Dije, “¿No es eso una pena? Qué pena.” Lo mismo ocurre en todas partes, en toda Europa en particular. Tienes molinos de viento por todos lados.
Algunos países lo prohíben. Pero la gente debería saber que estos molinos de viento son muy destructivos. Son ambientalmente perjudiciales. Exactamente lo contrario. Porque los ambientalistas no son realmente ambientalistas, son hacks políticos. Estas son personas que casi quieren dañar al país. Pero miras estos hermosos paisajes por todas partes, por todo el mundo. Muchos países se han vuelto inteligentes. No lo permitirán. No lo harán. Es la peor forma de energía, la forma de energía más cara. Pero no se deberían permitir los molinos de viento. Bine?
Mientras tanto, von der Leyen tuvo que sentarse allí, absolutamente congelada, salvo por un ritmo curiosamente acelerado de parpadeo, mientras aprendía en tiempo real que la debilidad y la sumisión, de hecho, no invitan a la conciliación.
Obviamente, nadie estaría en desacuerdo con que Trump logre el mejor acuerdo posible para Estados Unidos, pero desde mi perspectiva este acuerdo es un punto bajo para Bruselas, que actualmente está estrangulando nuestra industria con una regulación excesiva y políticas literales de desindustrialización y que ni siquiera pueden aprovechar el poder de negociación acumulado de los 27 estados miembros de la UE para hacer otra cosa que prometer enviar a los estadounidenses más de un billón de dólares y pagar aranceles del 15% para siempre. Parece que Alemania podría haber conseguido un acuerdo como este por sí sola, sin todas las molestias y gastos adicionales de los Eurotards.
La UE apesta en parte porque Europa no es un país y la UE no tiene intereses geopolíticos claramente articulados, y en parte porque algunos de sus estados miembros más influyentes han olvidado los intereses geopolíticos muy reales que sí tienen.
Personas como Ursula von der Leyen están atrapadas en una fantasía liberal universalista que en realidad nunca existió y que ha sido abiertamente repudiada durante al menos una década. La respuesta a todo no son más derechos humanos, más energía verde, más financiación de la ayuda del tercer mundo y más universalismo. Tarde o temprano tendremos que descubrir cómo sobrevivir en un mundo dividido y cómo asegurar recursos para nuestras economías. Ese proyecto está más allá de perdedores ignorantes no electos como Ursula von der Leyen, y también está más allá de pseudoestadistas europeos marchitos como el canciller Friedrich Merz.
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