El problema económico consiste en la generación de demanda energética para favorecer la generación de demanda energética. El problema económico es que la sociedad es presa de un proceso inercial en cualidad y progresivo en cantidad: para satisfacer necesidades intrínsecas de la infraestructura industrial – que de no ser satisfechas llevarían al colapso inmediato – se deben aumentar constantemente las necesidades mismas. El problema económico es la economía moderna misma, así como la sociedad, absolutamente subordinada a ella en mentalidad y conducta.
La perspectiva del consumidor final es irrelevante para analizar la economía capitalista. No son los beneficios individuales, los gustos individuales, los que determinan la dinámica sistémica.
La economía es la producción, el consumo es una simple consecuencia de la producción. Esto es crucial. Sin entender esto no se entiende nada.
La economía es la producción, el consumo es una simple consecuencia de la producción. Esto es crucial. Sin entender esto no se entiende nada.
La elección del "restaurante bonito" y de la "obra de teatro" es muy apropiada para no acercar la mirada a las fábricas, las minas, y las tierras, que es donde se hace patente el protagonismo de la dinámica capitalista, que es lo que de verdad importa, es decir: un constante desplazamiento de la fuerza laboral y su sustitución por entidades que no cobran salario ni requieren beneficios sociales: máquinas.
Aprox. el 98% del trabajo del planeta lo realizan máquinas, y gran parte de los hombres son, directa o indirectamente, sus asistentes.
Es superfluo qué es lo que producen las máquinas para el consumidor final. Es el aumento en número y rendimiento del ejército de máquinas lo único que merece la pena analizar, pues la máquina no es sólo el principal productor, sino también el principal producto (es decir, el producto que habilita el crecimiento). El consumidor final es un simple comensal del colosal y autorreplicante ecosistema de máquinas, sin el cual sucumbe y al cual rinde pleitesía a través del mercado, comprando cuanta basura ese ecosistema produzca.
¿El restaurante y la obra de teatro promueven la fabricación de más y/o mejores máquinas que remplacen a más humanos o a máquinas menos eficientes, aumentando la productividad?. En cierto grado sí, y es sólo en tal grado que son significativos para la economía capitalista. Macbeth y los raviolis no atañen al capitalismo.
Se habla siempre de "consumidores" cuando se hace referencia al hombre dentro del sistema productivo porque, en efecto, consumidor es lo único que es: depositario de las consecuencias del sistema, pero jamás verdadero amo de sus causas. Esto es lo que nadie parece entender, y, ciertamente, lo más importante.
En fin, lo que necesita ser sustituido no es el teatro o el restaurante, es la máquina, una vez, y otra, y otra, por otra máquina, y otra máquina, y otra máquina...
¿El restaurante y la obra de teatro promueven la fabricación de más y/o mejores máquinas que remplacen a más humanos o a máquinas menos eficientes, aumentando la productividad?. En cierto grado sí, y es sólo en tal grado que son significativos para la economía capitalista. Macbeth y los raviolis no atañen al capitalismo.
Se habla siempre de "consumidores" cuando se hace referencia al hombre dentro del sistema productivo porque, en efecto, consumidor es lo único que es: depositario de las consecuencias del sistema, pero jamás verdadero amo de sus causas. Esto es lo que nadie parece entender, y, ciertamente, lo más importante.
En fin, lo que necesita ser sustituido no es el teatro o el restaurante, es la máquina, una vez, y otra, y otra, por otra máquina, y otra máquina, y otra máquina...
Perdón, pero la economía es "impulsada" en una única dirección: el crecimiento. La economía de un Estado puede decrecer, y asimismo la de dos, o tres, o cuatro... El Imperio Capitalista Global no puede decrecer. En el momento en que no crece, no es. En ese instante ha dejado de ser. ¿Qué queda? Cuando la infraestructura de un sistema se queda sin sistema, ¿en qué deviene? En lo mismo que un cuerpo sin vida: en un residuo; es decir, algo que ya no compete al principio rector que le dio existencia. La industrialización es el proceso de transformación creciente, compulsiva y mayormente vana de recursos en residuos. Eventualmente a la infraestructura misma le acontece su propia práctica y se transforma en un residuo. Lo que hace la infraestructura industrial con su entorno es el preludio a lo que debe hacer eventualmente consigo misma: canibalizarse.
El Peak Oil no es un fenómeno externo al sistema, es un producto del sistema. Todos los Peaks lo son y lo serán. El sistema tiende por naturaleza a la autodestrucción. Decir que el Peak oil es un problema es como darse de cabeza contra una pared y decir que el problema es la pared. El problema es que la especie es idiota y el sistema capitalista eleva su idiotez a la enésima potencia.
Me divierte mucho la convivencia de "escalas de valor" y "bien" ("mercancía" se dice) en una misma oración. Ah, tan paradigmático.
¿Escalas de valores que cambian constantemente? Hace por lo menos 400 años que los valores de la humanidad han ido progresiva e ininterrumpidamente desapareciendo. El proceso ha sido lineal. La razón: el capitalismo es un sistema de sustracción continua de trabajo humano (relativo al producto) y, por consecuencia, de sustracción de decisiones, y sin decisiones no hay valores. Es el resultado de prácticas masivas, progresivamente contenidas en una única organización cerrada, no supeditada a – ni producto de – ideologías o intereses de colectivos o individuos específicos. Contrariamente a lo que creen quienes necesitan un chivo expiatorio (políticos, banqueros, etc.) para lidiar con las cosas, el capitalismo no tiene amos, es sólo una cadena de esclavos eslabonados unos a los otros, conformando un sistema hermético, característico de la esquizofrenia o la drogadicción. El ser humano, la máquina, el reloj, el alimento, la energía, el poder, el control, la dominación, la domeñación, la alienación.
Matrix viene a contar la metáfora exacta del dilema de nuestro tiempo.
Las máquinas YA compiten directamente con nosotros, por el puesto de trabajo, por la comida, nos estudian digitalmente, nos fichan estadísticamente, las educamos en Inteligencia Artificial...
Este romance con la tecnología (nuestro pasatiempo favorito: emular a Dios), en buena parte apunta, tarde o temprano, a liberar estas nuevas formas de vida artificial, máquinas autónomas y auto replicantes.
Por ejemplo el Curiosity en Marte ya vive a su rollo. De aquí hasta programar máquinas para que puedan auto reproducirse no queda tanto trecho como el recorrido por la ciencia hasta nuestros días. La biología tendrá un nuevo libro gordo por abrir.
Las máquinas YA compiten directamente con nosotros, por el puesto de trabajo, por la comida, nos estudian digitalmente, nos fichan estadísticamente, las educamos en Inteligencia Artificial...
Este romance con la tecnología (nuestro pasatiempo favorito: emular a Dios), en buena parte apunta, tarde o temprano, a liberar estas nuevas formas de vida artificial, máquinas autónomas y auto replicantes.
Por ejemplo el Curiosity en Marte ya vive a su rollo. De aquí hasta programar máquinas para que puedan auto reproducirse no queda tanto trecho como el recorrido por la ciencia hasta nuestros días. La biología tendrá un nuevo libro gordo por abrir.
Otra buena parte del romance con la tecnología estriba en fusionar lo humano y lo mecánico, en la creación de autómatas, transformando lo uno y lo otro para su encaje y perfeccionamiento. En esto estamos también. Estas ideas hacen reír a muchas personas.
Pero a mí me hacen retomar siempre a las mismas preguntas: ¿qué cojones estamos haciendo los humanos, porqué no somos animales normales; de dónde vinimos y qué nos ha empujado a seguir estos derroteros inexplicables?
Pero a mí me hacen retomar siempre a las mismas preguntas: ¿qué cojones estamos haciendo los humanos, porqué no somos animales normales; de dónde vinimos y qué nos ha empujado a seguir estos derroteros inexplicables?
Dicho esto, a mi modo de sentir este problema, cualquier cosa que pueda construir manualmente, a modo de artesanía y con habilidad/práctica, es mucho más interesante que pasear con dinero por cualquier tienda cuestionándome qué necesito o qué quiero.
Así no sólo no se empuja BAU, sino que además se contrarresta.
Así no sólo no se empuja BAU, sino que además se contrarresta.
K.
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